Mi amor por los libros y cuentos ilustrados inició desde niña.
En casa teníamos un estudio lleno de libros, era pequeño y no tenía ventanas, se podría pensar que era lúgubre, pero no, a mi me parecía mágico y era mi lugar favorito para pasar el tiempo y jugar.
Ahí jugaba a que era investigadora, científica, locutora de radio, maestra y yo como única protagonista de mis juegos, creaba novelas que me mantenía feliz y ocupada.
Para mí, no había un viaje perfecto sin la compañía de un libro.
Cuando salía de vacaciones, me preguntaban para que llevas libros, libretas, colores si vas a la playa, yo contestaba:
Por si hay lluvia, por si hace mucho calor, por si hay tiempo, siempre podría presentarse la oportunidad para leer, escribir o dibujar.
En ese entonces todo lo que escribía o dibujaba era para mi, para entretenerme, desahogarme o conocerme.
Pero mi verdadero inicio como escritora de tiempo completo, inicio en el año 2004, trabajando con niños que habían pasado situaciones complicadas.
En mi búsqueda de estrategias para diagnosticar y atender sus casos, encontré en el cuento mi mejor aliado para mis investigaciones y para ayudar a los pequeños.
Cuando me comenzaban a explicar sus historias tan enredadas, yo empezaba a hacer mis familiogramas con la ayuda de dibujos y después con esos personajes iniciaba una historia.
Los niños, al identificarse con alguno de ellos, inmediatamente empezaban a dirigir su historia y me ayudaban a entender por todo lo que habían pasado, dándonos a ambos la oportunidad de ver su historia desde diferentes perspectivas, reflexionar y buscar diferentes soluciones.
Después comparaba las historias, con los resultados de las pruebas proyectivas, entrevistas y expedientes. Era increíble la manera en que se asociaban y complementaban.
Y así, mi vida laboral se convirtió en la mejor sala de juegos, donde la magia de las historias y el juego, buscaban sanar los corazones rotos de los cientos de niños que tuve la oportunidad de conocer, cada uno dejando en mi, una enseñanza de vida.
Esa estrategia de trabajo, la llevé a mi consulta particular, a las escuelas en donde daba talleres de valores y temas de prevención e incluso a mi vida personal.
Así fue como inicié este camino ☺️