La lectura es un recurso cognitivo muy importante que debemos fomentar desde que los niños son pequeños.
Se debe iniciar leyendo cuentos a nuestros niños desde que nacen, incluso desde el vientre materno, porque aún cuando no pueden entender nuestras palabras sí perciben nuestra intención comunicativa, los tonos y cambios interpretativos, lo cual será fundamental para el desarrollo del lenguaje verbal y no verbal, de las habilidades comunicativas e interpretativas.
Los cuentos educan, estimulan la imaginación y con esta valiosa herramienta creamos vínculos de amor que perduran siempre.
De las cosas que con más amor recuerdo de mi infancia, son los cuentos que mi ABUELA PATERNA ESPERANZA me contaba, ella siempre tenía una buena historia para hacerme reflexionar sobre cualquier situación: PEDRO Y EL LOBO, EL NIÑO CAPRICHOSO, EL GRAN PEZ, EL NIÑO MELINDROSO. Estoy muy segura que la mayoría de los cuentos los inventaba al momento, pero debo decir que era muy buena haciéndolo y ahora entiendo mi amor y fascinación por contar y crear cuentos, porque sé que son una herramienta que educa y fortalece a las personas.
Los cuentos son un sabio recurso educativo que utilizaban nuestros ancestros para transmitir valores, normas y enseñanzas que daban a los más jóvenes con la finalidad de hacerlos reflexionar y entender los efectos de las acciones.
Los cuentos se pueden utilizar para enseñar valores, fortalezas, trabajar miedos, entender el mundo, enfrentar situaciones cotidianas o difíciles de la vida, como el divorcio de los padres o la partida de un ser querido.
El pequeño que escucha y lee cuentos aprende a pensar y resolver problemas.
Las historias, viajes y contextos de los cuentos permiten al niño conocer mejor el mundo que lo rodea y tener un desarrollo intelectual más sano.
Si logramos que nuestros niños amen la lectura, tendremos menos necesidad de darles aparatos electrónicos como teléfonos, tabletas y otros dispositivos que además de caros no fomentan de la misma manera sus conocimientos y desarrollo.
El escuchar o leer cuentos hace a los niños más reflexivos, ya que en estos siempre encontraremos un mensaje que los lleva a comprender la forma en que deben actuar y comportarse, a saber distinguir entre lo bueno y lo malo porque la conformación de un cuento lleva implícita la exposición y solución de un problema y esto los ayuda a entender muy bien la relación entre causa y efecto.
Los cuentos ayudan a fomentar la memoria, estimulan la atención, enseñan a escuchar, mejoran la lectura y generan amor por los libros, dando como resultado mayor aprovechamiento académico.