La adopción es una decisión tremenda, que implica un gran corazón porque es un acto de humanidad, que conlleva una gran responsabilidad y compromiso. La mayoría de las parejas tienen el deseo de ser padres y pocos toman este camino.
En esta guía, se describen algunos pasos para tratar el tema de la adopción con los hijos, en una familia del corazón.
Suena sencillo: “Acto jurídico, mediante el cual nos emparentamos con un individuo”, pero de sencillo no tiene nada.
Normalmente hay un antes de tomar la decisión que muchas veces está cargado de historias tristes, llenas de decepción y pérdida, pero superada esa etapa y aceptando que no es momento de ser padres biológicos, viene el gran paso, decidir ser padres del corazón.
Una vez tomada la decisión empieza un largo proceso donde se tuvieron que reunir documentos y requisitos para demostrar que se está en condiciones de ser padres y si sé es aceptado empieza la espera; llena de emociones, incertidumbre y dudas, hasta que por fin un día, ya tienes a tu pequeño contigo.
Es ahí cuando empieza la verdadera aventura y seguramente aunque ya leíste millones de libros y artículos; las preguntas y miedos saltarán a cada paso, no te preocupes seguramente tendrás muchos errores y aciertos, días buenos y días fatales, pero así es la vida, procura disfrutar y aprender de cada día y aunque planees y tengas estrategias para el futuro, no te desgastes demasiado pensando en lo que vendrá, es mejor centrarte en tu presente, en lo que haces y dejas de hacer. Siempre recuerda el compromiso que hiciste el día que tomaste la decisión y toma en cuenta, que tú eres como el guardián o el ángel que la vida puso en el camino de un pequeño indefenso que necesitaba una familia.
Sin importar la edad en que tu pequeño llegó contigo, los primeros años son fundamentales y van a marcar el resto de sus vidas, por eso debes dedicar el mayor tiempo posible a estar con él, a conocerlo, descubrir su personalidad y cualidades, cuéntale cuentos, juega con él, disfrútalo y muy importante para que se impregne de tu esencia, muéstrale quien eres, tus valores, tus sueños.
Siempre debes tener presente que tus ejemplos y cada paso que das, ahora son observados por unos ojitos que te verán como el ejemplo a seguir y sin importar sus vivencias pasadas, las tuyas van influir de manera contundente en su vida.
Un tema latente, que mayor temor causa a los padres que adoptan a un pequeño, es justamente el hablar de ello.
Antiguamente se mantenía o se intentaba mantener en secreto, pero la experiencia demostró que no siempre es el mejor camino, normalmente salía a la luz de manera sorpresiva y terminaba lastimando al adoptado, surgiendo infinidad de problemáticas.
Por ello se ha concluido que el mejor camino siempre es la honestidad.
Pero ¿Cómo? Y ¿Cuándo? Abordar este tema.
Lo ideal es hablar lo más pronto posible (a partir de los 2 años de edad) explicando al adoptado como llegó a casa, porqué y cuánto lo esperaron, pero como todo tema, debe ser tratado de acuerdo a la edad del niño y al momento o las circunstancias en que llegó al hogar.
Si es muy pequeño se deberá repetir la platica en más de una ocasión conforme va creciendo y pasando a una nueva etapa del ciclo vital, pues seguramente olvidará algunos puntos importantes, además no será total el alcance de su comprensión.
Deben tener en cuenta que sin agobiar al adoptado y a la familia, este tema será esencial y deberá ser retomado al enfrentar cambios por edad, convivencia o alguna situación familiar que saque a la luz la necesidad de ponerlo sobre la mesa. Siempre ahondando en los sentimientos y pensamientos que genera, para evitar malos entendidos o creencias negativas.
Para iniciar, vamos a entender cómo es el proceso de comprensión de acuerdo a la edad.
De los 2 a los 6 años, el niño tiene un desarrollo extraordinario, pero aún no tiene una asimilación completa de las ideas como la tiene un adulto.
El niño de esta edad ya puede entender metáforas, por lo que los cuentos son una herramienta básica en esta etapa, pero aún no existe una clara separación entre la realidad y la fantasía, por lo que es importante que todo lo que platiquemos y le enseñemos en esa etapa lo reforcemos posteriormente desde una perspectiva realista y crítica para asentar que no fue un sueño. Antes de los 7 años de edad los niños se expresan a través de palabras, dibujos y juegos, por lo que es muy importante estar atentos a estas actividades para lograr entender cómo está asimilando su lugar en el mundo y en su vida.
De los 2 a los 6 años le debemos hablar a los niños de lo que es la adopción utilizando cuentos, películas, ejemplos fáciles y explicaciones que les brinden seguridad y les hagan notar que son amados.
Deben inventar y utilizar palabras, frases y canciones que utilicen como familia y les den identidad, que sirvan para fortalecer y despertar los lazos en momentos de crisis.
Las charlas pueden surgir de manera planeada o espontánea ante algún cuestionamiento o convivencia con otros niños y sus familias, para esto deben dar explicaciones simples, directas y honestas, para que el niño entienda que no nació de usted, sino de otros padres que no pudieron cuidarlo, pero que usted decidió adoptarlo, explíquele porqué lo adoptaron, como todos se necesitaban y Dios si es su creencia o la vida los unió para formar una hermosa familia, explíquele lo mucho que lo esperaron, deseaban y todo el camino que siguieron para estar con él.
Sea breve, recuerde que los lapsos de atención a esta edad son cortos y si utiliza una gran cantidad de lenguaje, terminará por aburrirlo, dejando más dudas e incluso inseguridad.
Permita que el niño haga preguntas y conteste con sensibilidad, honestidad y de acuerdo a la edad a cada una de ellas.
En otro momento pídale que le haga un dibujo de su familia para entender la manera en que él lo está asimilando, cuando haga el dibujo ayúdelo a acomodar las piezas o completar si falta algún miembro importante de la familia.
Si en algún momento piensa que algo no está marchando bien, busque ayuda profesional, no espere a que la confusión o el problema sea una gran bola de nieve.
A partir de los 7 años de edad ya existe el pensamiento lógico para comprender la realidad y ya existe una reflexión propia, por lo que debemos ser muy cuidadosos con las palabras y ejemplos que demos. El niño asimilará nuestras palabras desde sus conocimientos y experiencias.
Si el niño llegó con nosotros desde muy pequeño seguramente a estas alturas ya entenderá nuestra perspectiva fácilmente, pero si por el contrario su llegada es reciente debemos tener en cuenta que sus experiencias, significados y aprendizajes previos podrán afectar nuestras explicaciones al momento de sacar sus propias conclusiones.
En esta etapa pueden desarrollar sentimientos de culpa, les inquietan muchas ideas como: si realmente son amados, puede surgir temor a quedar desamparados o no ser lo que la familia esperaba de ellos, por lo que es necesario continuar trabajando mucho desde el amor, la sensibilidad y demostrando en todo momento que él es único y maravilloso, que nada le debe preocupar y que juntos están creciendo como familia.
Integrarlo en todas las actividades y decisiones, tomar en cuenta sus puntos de vista e ideales.
Los cuentos y estrategias narrativas siguen siendo una herramienta útil en esta etapa, pero ahora el niño ya entenderá perfectamente donde termina la fantasía y donde empieza la realidad.
Se recomienda utilizar como estrategia la narrativa, libros, películas, historias reales de éxito que le permitan asimilar, expresar y entender su caso, buscando en todo momento vislumbrar la parte positiva.
A partir de los 11 años además de ya existir un pensamiento concreto, se presenta el proceso de definición de la identidad y el niño empieza a definir sus gustos, pensamiento y relaciones surgiendo con ello el deseo de pertenencia, por lo que será fundamental que en esta etapa ya se sienta parte de la familia para que no surja en él, la necesidad de salir a buscar sus raíces.
Pero si su deseo es conocer más sobre él, tampoco nos debemos asustar, es importante ayudarlo a tener respuestas ya que es algo natural y las dudas y preguntas estarán siempre latentes en su vida y no es malo; es humano.
Si llegó al hogar entre los 11 y 15 años, se tendrá que trabajar arduamente en la relación, generando lazos fuertes de pertenencia para que el proceso sea exitoso.
Hay mucho más que decir y hablar sobre este tema y siempre hay que recordar qué hay muchísimas historias, todas son diferentes y muchas de ellas han tenido éxito, por lo qué hay que tener confianza en que lograremos el cometido.
Platica mucho con él de tu vida, tu infancia, cuanto lo esperaste, sin que sea el tema de todos los días, de vez en cuando platícale como llego a tu vida y cuéntale historias de éxito de personajes que fueron adoptados al igual que él.
Por ejemplo; la historia de Steve Jobs, quien afirmó en varias ocasiones, que siempre se sintió especial debido a que sus padres adoptivos lo habían elegido y amado.
Sin embargo cada caso será diferente y en algún momento el adoptado tendrá que enfrentarse a un duelo que asimilará de acuerdo a su propia personalidad y experiencia pasada, pero es innegable que la mayoría se va a cuestionar ¿Por qué no lo quisieron sus padres biológicos?
Seguramente eso va a causar dolor y como toda pérdida puede presentar negación, enojo, frustración, depresión y aceptación. En ese momento, deberás estar atento para ser su sostén, darle consuelo y recapitular lo importante de la relación parental que existe entre ustedes. Su amor y decisión no fue tomada porque ya no hubiera otra opción, su decisión fue consiente y lo aceptó sin importar su pasado.
También pueden surgir muchos miedos, el más frecuente es a que se repita el abandono, por eso es importante que siempre se le repita que lo aman, que siempre van a estar para él y que siempre que tenga dudas o preocupaciones las exprese sin temor a no ser comprendido, porque se sabe que aunque actualmente tenga una hermosa familia, es natural el temor y nunca será juzgado por ese sentir.
Es posible que todo hubiera ido perfecto hasta llegar a cierta edad o etapa del ciclo vital, no necesariamente es que se esté haciendo algo mal, simplemente vamos cambiando y no porque de repente se tenga la necesidad de tener respuestas o que un día empiece a doler algo que al parecer no había importado antes, quiere decir que se está perdiendo el camino, más bien es momento de revisar, corregir o mejorar para afianzar más los lazos familiares.
Cuando te sientas abatido recuerda que sin importar el caso ser padre es difícil, hay padres biológicos que pierden a sus hijos biológicos en el camino, por no haber puesto atención en la importancia de la relación familiar y de los diversos aspectos del desarrollo y salud emocional de los hijos. Desde esa perspectiva un padre del corazón lleva la ventaja pues tendrá mucho más claro todo lo que no debe descuidar para tener una familia sana y feliz.
Espero de todo corazón que este sencillo trabajo te reconforte a ti y a tu pequeño hijo del corazón.